Microcuradurías de Archivo
#7 El Desgaste y los Mundos: Creadoras sonoras en Chile 2013-2023

Curaduría e Investigación Noelia Muñoz Galindo

Asistenta de Investigación Javiera Marchant

Microcuradurías de Archivo #7 El desgaste y los mundos: Creadoras sonoras en Chile (2013-2023) revisa la transformación de los discursos encontrados en las experiencias artísticas, que involucran al sonido como herramienta reflexiva sobre los fenómenos relacionados con estados forzados de conciencia, motivados por las necesidades de los últimos acontecimientos históricos dentro y fuera del territorio. Desde perspectivas interdisciplinares obras como las de Camila Colussi, Ce Pams, Carolina Opazo, Ahilyn Ojeda y Nicole L’Huillier, aportan un nuevo repertorio de matices, a la realidad fragmentada de la memoria.

Esta Microcuraduría observa el conjunto de ideas que construyen un mundo propio, como espacio de resistencia y enunciación; jugando con la hibridación de teorías, culturas, recursos y dispositivos. Todos reunidos en la tarea de modificar la materialidad sonora del arte, al dejar aparecer elementos de resonancia sobre un cambio social. El contexto histórico de estos últimos años, nos deja un mapa de transiciones emocionales que han movilizado pulsiones sensoriales en distintos ámbitos. Se inicia con el crecimiento de la población extranjera en Chile a causa de las crisis socioeconómicas de Europa, países vecinos de Sudamérica y El Caribe como Haití, efecto que obliga a una actualización forzada de las instituciones y políticas de regulación migratoria. En esa marcha se observan desequilibrios y negligencias sobre los derechos de los desplazados, al tiempo que las perspectivas locales comienzan una transformación necesaria para el crecimiento de la comunidad multicultural. De forma coetánea el descontento se acrecienta, por las carencias en frentes como la educación, la salud o las pensiones.

Ante la presión de los movimientos sociales, se reactiva el pulso a la vulnerabilidad del cuerpo motivado por el espectro que criminaliza la protesta, al dejar caer nuevos ejercicios de fuerza sobre los cuerpos violentados de los estudiantes (2011-x), como se había hecho anteriormente con las demandas del Pueblo Mapuche o la falta de atención a los derechos de las mujeres y las disidencias sexuales. La violencia estatal comienza a naturalizarse de forma masiva durante la Revuelta Social de Octubre de 2019, lo que provoca una situación de trauma que escala, con la mortalidad traída por la Crisis Sanitaria del Covid- 19 iniciada en 2020. Las movilizaciones sociales solo fueron paralizadas por los confinamientos sanitarios, dejando instantáneas de la Plaza Dignidad, como la del 25 de Octubre de 2019, y la marcha feminista del 8 de marzo de 2020, donde se lee HISTÓRICAS.

La traducción sonora de los recursos artísticos, recoge un abanico de texturas centradas en los niveles de información; el testimonio en la acumulación de voces, registros de noticiarios, paisajes del descontento y rituales que componen un clímax oscilante entre el festejo de la sociedad que despierta y la antítesis posterior del silencio universal de las ciudades. En los últimos años, Chile se mueve entre votaciones y discursos sobre el debate constitucional.

El tiempo como fenómeno, presenta la sensación de desequilibrio entre  necesidades personales y las situaciones externas que escapan al control, creando un bucle temporal entre los estados de excepción de la revuelta y los consecutivos  confinamientos del Covid-19. Al universo sonoro, se le hace una emergencia establecer coherencia sobre las narrativas; en las creaciones aparecen composiciones que muestran gestos de nostalgia, estáticas, efectos de reloj en texturas espectrales que combinan recursos analógicos y tecnológicos.

El diálogo con la ciencia, invierte gran energía en visibilizar los saberes que desplazan los efectos sobre el inconsciente colonial. Desde lecturas antipatriarcales, tecnofeministas y antineoliberales se ofrece un nuevo lenguaje a la hora de exponer sus investigaciones. Se incluyen la lectura de los saberes ancestrales, comunitarios e incluso se alude a visiones que acortan la brecha del capacitismo. A las interpretaciones de la realidad se suman la percepción propia de los estados de conciencia alterados o los efectos de enfermedades provocadas por el capitalismo. El trabajo de traducción continua en esta generación, poniendo atención a los fenómenos vibracionales y la resonancia llevando su develado a la poética que conecta con las transformaciones personales.

La memoria, entra en un impulso de rearticulación, motivada por la re-lectura generacional de aquellos hitos desvirtuados en las narrativas oficiales, para levantar un huracán de sensaciones confusas tras los eventos de violencia institucional. Estos episodios levantan ampollas sobre las heridas de la dictadura, al mostrar numerosos sucesos paralelos durante la represión de la Revuelta Social de Octubre de 2019.  Por su parte, las creaciones que habían invertido tiempo en poner ruido sobre los silencios anteriores, ahora recogen detalles; cacerolazos, bengalas, voces, canciones para no dejar espacios vacíos a la interpretación de la desobediencia civil.

La relación con la naturaleza, incorpora nuevos métodos para comprender sus condiciones socioecológicas, armando un puente con el lenguaje de las prácticas artísticas que no sólo reparan en la realidad extractiva, sino que además se centran en su complejidad geopolítica, con el fin de deconstruir las imaginarias instaladas.

 Estos recursos ontológicos ayudan a establecer una relación de reconocimiento, entre nuestras necesidades y las del medio natural para garantizar una convivencia empática con sus agentes. Las lecturas de la sabiduría colectiva y los pueblos ancestrales acercan la mediación de soluciones para el agotamiento de los recursos y la repercusión del cambio climático. Surgen obras sonoras que se inclinan por la investigación de campo para explorar su dimensión afectiva, registrando testimonios de las comunidades locales y construyendo nuevos dispositivos para esta idea a partir de elementos reciclados de residuos.

Camila Colussi

Santago/Chile
Artista interdisciplinar natural de Santiago de Chile y radicada en Londres, Inglaterra.
Estudió una licenciatura en Artes y Humanidades (2009-2013) y una Licenciatura en Artes Visuales por la Universidad Católica de Chile (2011-2015). Después se inclinó hacia el estudio del Arte sonoro con el diplomado de la Universidad de Chile (2016), para trasladarse en 2019 a Reino Unido y cursar una Maestría en Artes Computacionales en Goldsmiths Universidad de Londres.

Trabaja entre el sonido y la visualidad. Su lenguaje conceptual explora la convergencia entre la tecnología, la política y los derechos humanos, poniendo en crisis muchos elementos instalados en el discurso de la modernidad, algo que ha dado lugar a composiciones sonoras, instalaciones, videoarte, objetos y tecnologías interactivas. Profundiza a través de la creación artística sobre la dimensión política del tiempo, la vivencia y su cuidado. En 2014 Junto a Carla Motto, Nicole L´Hullier, Margarita Gomez, Raul Valles y Rodrigo Toro, fundó el colectivo interdisciplinar Las Electros, dedicado al estudio del sonido, la visualidad y el cuerpo.

Sus creaciones han sido exhibidas en salas y festivales como; el Museo de Arte Contemporáneo Santiago (CL), Stephen Lawrence Gallery – University of Greenwich London (UK), Goldsmiths University of London (UK), Bienal de Artes Mediales Santiago (CL ), South Kiosk Gallery (UK), Tsonami Festival (CL), y Museo de Bellas Artes Santiago (CL), Outernet Londres (UK) entre otros.

Ha recibido la beca FONDART NACIONAL 2020 altamente competitiva del Ministerio de las Culturas de Chile, así como una beca BECAS CHILE 2019 para apoyar sus estudios de maestría en Goldsmiths University. Nominada al premio Lumen Prize for Art and Technology, categoría 3D/Interactive en 2023.

La difusión y reflexión sobre su trabajo se ha mostrado en plataformas y publicaciones de arte, como “Artishock Revista”, “Museo de la revuelta, Tsonami”, “13 Bienal Artes Mediales” y “Plataforma Arte y Medios”. Camila ha sido invitada como disertante en Kingston University (UK), Goldsmiths University (UK), Arte Y Medios (CL), SONEC (CL), Universidad de Chile (CL), Universidad Finis Terrae (CL), Universidad Católica (CL), Universidad Diego Portales (CL), y CIMA, Centro de Investigación Musical Autónomo (CL).

Práctica

En la obra de Camila Colussi, aparecen múltiples elementos sensoriales para conversar sobre los fenómenos que rodean a la existencia, dando lugar en ocasiones, a la aparición de cuerpos introspectivos que atravesados por su experiencia, exploran el origen de su afección. Las primeras creaciones de la artista muestran su perspectiva humanista en ensayos visuales como No imaginaba el desierto(2014), Oceánica /make me ocean (2014-2016) o Dancer (2016), para recrear un estudio de la vulnerabilidad detenido en la lectura de la resistencia y sus estrategias.

“Ante una permanente adversidad, la construcción de sentido puede ser un arma de lucha”.

En otras ocasiones, nos sorprende interrogándose sobre el sentido y la acción de la ideología en relación a la construcción del mundo. Camila inserta símbolos sobre acciones cotidianas para que pongamos atención a conceptos considerados insondables, y que de forma curiosa resultan ser claves para la microestructura.
Sus primeros trabajos van asentando el carisma de las imágenes evocadoras, construyendo un sonido que va corporizándolas a través de recursos electrónicos, texturas y transiciones.

Durante el 2011, presenta la instalación El futuro es ahora, siendo un año de intensas protestas estudiantiles que llegaron a paralizar el curso académico. La artista reflexiona sobre “desear cambios en un presente y hacer lo necesario para llevarlos a un futuro”. Al reanudar las clases sobre la entrada de la Escuela de Arte en la Universidad Católica de Chile, aparecen cincuenta puños de yeso alzados ofreciendo una imagen-pregunta.
A partir de 2014, inicia una serie de ensayos visuales sobre temas sustanciales como la memoria, la trascendencia, la resistencia, en The Dancer, Oceanica, To resist o Proyecto Sed. Son trabajos de imágenes punzantes, escogidas para dar al cuerpo poesía mientras adivina lo que está buscando, el sonido recorre la emoción de acción puesta sobre la idea. En este año, funda “la colectiva las Electros”, dedicada a generar un discurso entre el sonido, la visualidad y el cuerpo. De esta unión surgen obras como Protoproyect (2015) o Para poder cruzar el angosto portal del aquí y el ahora (2020).

Su diálogo sobre la dinámica del tiempo, se inicia en 2018 con la pieza visual Momentos, abriendo la exploración a grandes propuestas que involucran al sonido en “Micropolítica de tiempo” (2022) donde aparecen resonancias a la angustia que provoca gestionar la vida en tiempos capitalistas. Experiencias artísticas como estas, nos ofrecen la capacidad de escucharnos y mirarnos, ante vivencias exclusivas del territorio, como fue el recorte de circulación y libertades acontecido en Chile, motivado por la cercanía de acontecimientos entre la revuelta social de octubre de 2019 y los protocolos de confinamiento que trajo la pandemia.
Su gran conclusión se ve plasmada años más tarde en la instalación inmersiva “Ecos de un tiempo fragmentado” (2023).

Democracia Borrosa (2020) es una obra creada en el contexto de la revuelta, describe sensaciones corporales como la incertidumbre. La pieza está compuesta de dos motores vibratorios conectados a la palabra Democracia, escrita sobre hilo de cobre. En un sencillo ejercicio, la vibración sacude el cobre, y dificulta su lectura.
Los motores responden al sonido de las grabaciones del motín chileno del 2019, definiendo su amplitud y vibración.

Chile se declara en estado de rebelión (2022), es un reflejo de la contestación en las calles a la experiencia anterior, acción que recopila las expresiones de descontento, en carteles e inscripciones. Para Camila Colussi, será la forma de vivenciar y colaborar con la revuelta desde el extranjero, recopilando fragmentos históricos del momento, desde el extranjero al que apenas había llegado cuando se dio el estallido.

Estos hechos aceleran la profundidad con la que se piensa en las tecnologías del tiempo, desarrollando aparatos. En 2020 presenta la instalación audiovisual y pieza sonora Better time are coming, Persistencia tectónica en 2021, seguido de nuevos poemas visuales como Stop time, (print and cubes) hasta llegar a Micropolíticas de tiempo (2022).

La sensación de catarsis que emana de su lenguaje multisensorial, desgrana el sentido del tiempo en nuestras vidas, haciendo más delicada si cabe la manera en la desciframos su enunciación y experiencia territorial como en There’s plenty of time (2023).

Sin embargo estas ideas culminaron en la instalación inmersiva Fragmented Echoes of Time (2023) donde el espectador tiene la posibilidad de vivir un viaje
sobre la fragmentación del tiempo, su pérdida y la apreciación estética de su belleza. Echoes of Time materializa la vivencia de la detención, al darse la contemplación de su recuerdo.

Ce Pams

Santiago/Chile
Es artista sonora y realizadora audiovisual natural de Santiago. Estudió Comunicación Audiovisual (2008-2011) y cursó el Diplomado de Arte Sonoro de la Universidad de Chile (2016). Después se embarcará en el Máster en Arte Contemporáneo, Tecnológico y Performativo de la Universidad del País Vasco. Su propuesta creativa se desarrolla, principalmente, a través de montajes e instalaciones que proyectan una particular relación entre lo sonoro y lo audiovisual.
Su exploración sonora es instintiva, aflora de la escucha, de la observación del mundo cotidiano y del contacto con sus propias vivencias. Se acerca a los fenómenos naturales en un juego de resignificación, donde involucra objetos y espacios sonoros convertidos en dispositivos habitables que reciben el sonido esculpido para encajar en el sentido tridimensional. Por ello, en aquel ámbito creativo, el agua y el viento conjugan sistemas autónomos que combinan procesos humanos y tecnológicos que asignan un particular carácter a su poética.

Ha colaborado en diversos proyectos artísticos y escénicos, entre los cuales destacan: residencias en “CAB de artes, ciencias y humanidades” en Tierra del Fuego, Patagonia Chilena, expuesto en la 15 Bienal de Artes Mediales de Santiago de Chile; asimismo, destacan presentaciones en el Centro de Cultura Contemporánea Tabakalera y el Festival de Arte Sonoro Tsonami.

Su trabajo ha sido presentado en diferentes espacios de ciudades de Chile, como Santiago, Valparaíso, Ovalle, Concepción y Linares. Sin embargo, la difusión de su arte no se restringe a las fronteras de su país natal, ya que ha realizado presentaciones en México, España y República Checa; además, de forma virtual ha participado de instancias artísticas organizadas en Argentina, Colombia, Bolivia, Estados Unidos, Inglaterra, así como en el Hacklab virtual del Festival CTM de Berlín.

Práctica

Para Ce Pams, la materia sonora surge de un ejercicio estético que se esmera en dotar de nuevos significados, a través de un modo intuitivo, a objetos y espacios. Para ello, se requiere una escucha sensible a la multitud de fenómenos que nos rodean.
Interesada en poner en funcionamiento tecnologías simples, que reproduzcan estos encuentros sonoros, construye instrumentos a base de materiales de desecho y elementos de bajo costo, dando lugar a un abanico de nuevas posibilidades.

Su práctica se establece desde distintos formatos como son la performance, instalaciones, intervenciones, composiciones sonoras y diseño de dispositivos que amplifican materialidades en una búsqueda de sistemas de comportamiento, gestualidades sonoras e interacciones.
Una forma de hacer al espacio y sus elementos un dispositivo para el descubrimiento de su discurso, emerge de la sensación de habitarlo cuando se entra en contacto con la obra. La artista, se desenvuelve en una poética que recoge y traduce sonidos, en un práctica de escultura para hacerlos parte como objetos de la tridimensionalidad del espacio contenido de la experiencia estética.

Ce Pams, nos habla de la sensación “de esculpir sonidos”, como un juego que combina con su búsqueda en la visualidad creada por el cuerpo en relación con el tiempo, en contraste con la presencia o ausencia de luz.
En su proceso creativo, abraza el ensayo y error, restablece, reordena, repiensa. De igual manera, intenta extremar las posibilidades del verbo experimentar, diluyendo sus límites, con la intención de provocar fluidez y continuidad en desmedro de las diferencias significativas existentes tanto entre las disciplinas artísticas que comparecen en sus instalaciones como también en los conceptos que ellas expresan.
“Los híbridos fluyen y derivan en otras cosas, acciones, pensamientos, gestos, híbridos nuevamente”.

Sonotropo (2017) se construye a partir de una serie de esculturas giratorias compuestas por micrófonos y parlantes que, al ser accionadas por la fuerza del viento, a modo de molinillo, ofrecen un coro de acoples. Una composición que experimenta alteraciones de acuerdo a la dirección que lleven las corrientes que se acerquen a ella o el espacio que la contenga.
Su primer montaje fue realizado en Perú, interviniendo el paisaje pre- selvático de Huancas, próximo a Chachapoyas, en el Festival de Arte de 2017; posteriormente, Sonotropo es instalado en el Parque Cultural de Valparaíso en el marco del Festival de Arte Sonoro Tsonami de 2018.

En diciembre de 2019, bajo el contexto del estallido social, presentó Acción Experimental para el encuentro “Primera Línea, urgencia colorada”, celebrado en el Centro Cultural La Perrera Arte, donde se recaudan fondos para asociaciones de animales. La performance se compone de diversos elementos que traducen la conjugación sonora de una bola de hielo, el fuego, una bengala, un metrónomo y la propia voz de la artista. La anterior conjunción de elementos era amplificada por un micrófono piezoeléctrico. Ce Pams, lee una consecución de textos extraídos de las expresiones callejeras plasmadas en los muros cercanos a la plaza Dignidad, en medio de las movilizaciones sociales ocurridas a partir del día 18 de octubre del año 2019.
El resultado sonoro, es una metáfora que reproduce las sensaciones corpóreas de la llamada “primera línea”. Un continuo goteo del hielo derritiéndose sobre la carretilla en llamas. El término alude a la cercanía del cuerpo con el conflicto. Los primeros en llegar y afectar, afectándose, la acción muestra una atmósfera de disidencia estética propia de los eventos de la revuelta.
Cordigrama (2020), es una pieza que surge a partir de la residencia artística en Platohedro, Colombia. Es importante destacar que dicha residencia se realizó de forma remota debido al estado restrictivo del contexto de emergencia sanitaria provocado por el COVID-19. Cordigrama es parte constitutiva del proyecto La sonorización del agua: tres estados de la materia (2020), realizado en Santiago, también durante el confinamiento. La pieza observa y recoge el deshielo diario de la cordillera en imágenes, sus líneas morfológicas son dibujadas y convertidas en una partitura que genera una composición de Cello ejecutada por la intérprete Violeta García, compositora e improvisadora Argentina.

Arpas Eólicas: la presencia póstuma del sonido (2021) es una instalación que, inicialmente, interviene el espacio natural de Tierra del Fuego para luego ser presentada en las salas del Museo de Arte Contemporáneo (MAC), donde se construyen instrumentos naturales realizados con madera nativa, tensores y micrófonos, dispuestos en la naturaleza donde los vientos los hacen sonar.
En 2022, realiza dos importantes obras que viene a definir la poética de Ce Pams, Tensiones y Sonorización del agua: tres estados de la materia. La primera, es una instalación realizada en Santiago sobre una idea previamente trabajada en México, en el “Encuentro Umbral”, donde se experimenta con el concepto de las fuerzas, generando instrumentos posibles. De esta manera, entonces, se da una performance que, en su naturaleza técnica se activa cuando un cuerpo pulsa las cuerdas de veinte metros, entrando en una vibración, que genera el resultado sonoro por el efecto de acople entre transductores y micrófonos de contacto. La arquitectura del lugar actúa como caja de resonancia. Mientras que la segunda, Sonorización del agua: tres estados de la materia da la oportunidad de volver a jugar con elementos como hielo, que ya habían aparecido en su obra durante el 2019. Aquí el hielo se muestra en proceso de transición hacia los otros dos estados del elemento agua, como son el líquido y el gaseoso. Más que un proceso de resignificación, es un intento de exhibir el carácter inestable y relativo de los significados. Lo anterior, se expresa a través de símbolos cotidianos, como una tetera, con el fin de retratar las transformaciones en un aparato de hidrotecnología sonorizada e intervenidos en tiempo real.

Su última instalación, Oleajes eléctricos (2023), se desarrolló en el marco de su residencia en Tabakalera, San Sebastián, como parte del “Programa Residencia en colaboración: UPV/EHU y Tabakalera”. Es un proyecto vinculado a feedback electroacústico. Una señal eléctrica autoproducida se desenvuelve por el espacio, se asemeja a la materia sonora hallada en las olas del mar, en cuanto a su ciclo, energía y movimiento. La tecnología se genera a través de cuerdas amplificadas, que suenan a través del movimiento electromecánico en diálogo con la arquitectura que lo contiene.

Es importante destacar el carácter multidisciplinario de su trayecto artístico, ya que son numerosas sus colaboraciones con otros medios expresivos, como proyectos de artes escénicas, entre las que se encuentran En coro te hablamos porque nadie puede hablar ya por sí mismo (2022), muestras audiovisuales como Sistema Sonoro (2020) y No hay democracia sin feminismo (2021).

Carolina Opazo

Concepción/Chile
Artista visual especializada en arte sonoro y esfera pública afincada en Concepción.
Licenciada en Artes Visuales por la UACH, cuenta con un Master of Arts in Public Spheres por Edhea de la HES-SO, Suiza, donde recibió la beca «Hansjoerg Wyss».

Su investigación se inclina hacia la escucha de los ecosistemas fluviales de montaña en proyectos de site specific, desde el trabajo de campo a la colaboración indisciplinar con una amplia variedad de investigadores en comunidades rurales. De este modo, sus procesos creativos expanden la escucha, generando proyectos que dan a conocer distintos contextos sociales y territorios.

Sus inquietudes la han llevado a explorar diferentes zonas de la cordillera en Chile, los Alpes Suizos o los Apeninos en Italia para materializar sus descubrimientos en distintos soportes como son; las piezas sonoras instalativas, las performance, y publicaciones editoriales.

Ha participado en proyectos de investigación interdisciplinaria, siendo investigadora responsable de varias iniciativas, como el proyecto «Rocas Brújulas» (2023) financiado por el Fondart. Nacional de Creación Artística Interdisciplinaria. Su trabajo ha sido recogido en el libro «Mujeres en las Artes Visuales en Chile 2010-2020» coordinado por Varinia Brodsky Zimmermann y ganando el premio «Prix de la Ville de Sierre» en Suiza.

Cuenta con numerosas exposiciones individuales y colectivas, curativas, artículos y residencias entre las que destacan; Horizonte (2017), Casa 916, Concepción, CL, Concierto de un temporal, (2017), Galería Barrios Bajos, Valdivia, CL. De igual modo ha curado “ Escritos Visuales” (2019), co-editado con Almacén Editorial, Concepción, CL. “Borra las Huellas” (2018), Casa Galería Municipal Arte Valparaíso, CL. Así como otras Curadurías Regionales, Traslado CNCA. MAC, Quinta Normal y M100, Santiago, CL.

Práctica

Carolina investiga como artista la capacidad de las diferentes narrativas situadas entre la Naturaleza y nuestro encuentro con ella. Sus creaciones nos muestran la red de complejas interacciones dadas en la variedad de las socioecológicas alrededor de los medios naturales y de forma concreta en las zonas de montaña, lugares de donde hemos sido arrancados por el capitalismo y a los que muchas personas han decidido volver como posibilidad de vida.

Desde su fórmula de trabajo, establece colaboraciones transdisciplinares con investigadores/as que se acercan al medio rural con disciplinas tan variadas como; la geología, la antropología o la geografía en conexión con comunidades locales.

Para Carolina Opazo, la colaboración es el proceso creativo entendido como un intercambio performativo que nos permite moldear distintas realidades. Al impulsar esta reciprocidad, busca fomentar aprendizajes profundos y sensibles a las historias que habitamos, creyendo en la posibilidades de encarnar fórmulas en relación al orden de sistemas y procesos socioecológicos inherentes a los territorios. Su trabajo se localiza en zonas rurales o urbanas-rurales, especialmente relacionadas con entornos fluviales y geológicos – emplazamientos de promontorio-, donde se estimulan procesos creativos al gestar imaginarias colectivas desde las que abordar los desafíos actuales con perspectivas holísticas más transformadoras.

Por otro lado, ha contribuido al pensamiento sobre las relación con la naturaleza y sus fenómenos con ensayos sonoros y escritos como “Magnetismo Inverso”, “Amplificando Caudales” y “Escritos Visuales” para diversas publicaciones, abordando temáticas como el lenguaje sonoro, el arte colaborativo, las socioecológicas de montaña, la ciudad y sus paisajes fluviales, entre otros. Estas propuestas incentivan su interés en investigar narrativas sobre pasados hipotéticos o futuros especulativos que puedan ofrecer alternativas más co-creativas, cooperativas e imaginarias.

Callejero Sonoro (2017), es una de sus primeras activaciones sonoras-gráficas en colaboración con los artistas Sebastián Rivas, Javiera Rebeco y Pablo Arancibia y la FAAC / SEQES Colectivo Cultural Chachapoyas Perú en el mercado de abastos. La acción tiene lugar en un mercado cuando un grupo de niños que acompañan a sus padres vendedores, son invitados a realizar dibujos de paisajes evocados por una pieza sonora registrada en el sur de Chile.

Serpenteo (2019), es un ensayo sonoro compuesto a partir de la escucha de los ríos de montaña del pueblo de Quilleco, Chile. En ella se distinguen sonidos íntimos de sus corrientes y orillas, poniendo en juego técnicas de microfonía que le permitieron captar los ritmos fluviales para después manipularlos junto a sonidos de fábricas fundidas con borboteo de las aguas. La pieza trata de poner en crisis la reflexión sobre la relación existente entre el humano, la industria y la resistencia de la naturaleza.

White Noise (2020) es una performance que rompe con su diálogo con la naturaleza, para disponerse en el centro de varias rotondas de tráfico vehicular. Durante una hora exacta la artista se mueve sobre su cuerpo desafiando la dirección de las manillas del reloj. La pieza reflexiona sobre la fragilidad de un cuerpo que se instala para insistir con su presencia, en un lugar de tránsito enfrentado a la velocidad de los coches y el ruido que provocan. De este modo se exploran sobre el conjunto de normas y simbolismos que influyen en nuestra percepción con respecto al entorno urbano. Sublime Efroid y Harvesting witches (2020) son obras que recuperan su trabajo con el medio rural. Sublime Efroid, acompaña la muestra fotográfica de la artista peruana Liz Taza, para recuperar sonidos salvajes de los Alpes Suizos, creando un entorno sonoro animista y sobrenatural en conexión con los mitos e historias que rodean Valais.
En Harvesting witches, se indaga sobre el misterio que encierran los bosques, donde un grupo de mujeres se encuentran en una frontera entre Suiza y Alemania, con el propósito de reflexionar acerca de la escucha, los cuidados y las relaciones comunitarias.

Inverse (2021), es una obra que interpreta las señales de dos piedras imantadas con polaridades opuestas, que al superponerse, se amplifican o aniquilan mutuamente. Se trata de una instalación que combina el espacio sonoro y el editorial para replicar de forma conceptual la interferencia entre las señales de dos hemisferios invertidos. Su materialidad sonora se afirma entre la amplificación y el silencio. Desde una sensación inmersiva, la obra conversa sobre la imaginería de los pueblos del sur, donde norte y el sur eran visualizados como dos piedras imantadas bailando al interior de la tierra. Un ritual para la abundancia de la naturaleza, para controlar las señales antropogénicas, el magnetismo de la Tierra se invierte como una herramienta de control tecnológico en la expansión del imperialismo.

Hidrología Abstracta (2022), es una intervención realizada en la caleta de pescadores de Río Seco en Iquique, Chile, desde la que se puede llegar a
una antigua huella del río que surge de las montañas, interrumpida por una carretera antes del mar. Se trata de una zona que esconde multitud de fósiles oceánicos, restos humanos junto a otros desechos actuales en su canon
geomorfológico. Una exploración que lleva a la artista a sentirse caminando sobre una esponja sonora compuesta por basura. Carolina recoge parte de estos elementos, para construir objetos que activan la percepción sobre sus texturas aprovechando la presencia de la comunidad vecina en su baño diario.

La presencia del Agua (2022), es una obra investigativa para la realidad rural del Valle Acústica y Aniene, desde la que registrar y comprender la relación afectiva existente entre los cuerpos de agua presentes en la zona y la comunidad que los habita. Gracias a la exploración de escucha atenta y elaboración de instrumentos de registro y amplificación, se profundiza en el fenómeno de la “hidrocomunicación”, comprendida como un ritual para impulsar el diálogo con las aguas como es el caso del lavadero de Civitella di Licenza en el Valle de Ustica.

Ahilyn Ojeda

Linares/Chile
Artista y pedagoga natural de Linares VII Región, Chile. Parte de un quehacer multidisciplinar en las artes, que camina entre lo visual y lo sonoro alternando la gestión cultural y difusión de artistas. Estudio Arte Visuales en la Universidad Autónoma de Talca (2015). Durante el 2017, realizó el Diplomado de Arte Sonoro en la Universidad de Chile.

Entre sus creaciones encontramos instalaciones, intervenciones en el espacio público y composiciones de piezas experimentales realizadas con máquinas analógicas y softwares. Actualmente se está introduciendo en lo multimedial; del trabajo interactivo, donde convergen la visualidad, el sonido y la experiencia multisensorial de los espectadores cerrando los componentes de su obra con su interacción.

Es integrante fundadora del “Colectivo Machina» (2018) dedicado a la experimentación sonora compuesto por las artistas Yoseline Freire, Paola Villalobos y Francisca Eló. Colectivo que colaboró en Sónicas MAC, Santiago, entre variadas intervenciones.

Ha participado de exposiciones colectivas e individuales en el Museo de Artes Visuales MAVI junto al «Colectivo 22 bits» (Santiago) en la Galería Metales Pesados (Santiago), «Lanzamiento 8º Edición Revista Minga» (Talca), Proyecto INJUV Cine mudo y música en vivo «Mira Como Suena» (museo de arte y artesanía de Linares), «1º encuentro tecnofeminista» (Santiago), «III Encuentro de Sonido y Experimentación Musical producido por SÓNEC, Valparaíso», Encuentro de Artes y Oficios Feministas junto Colectivo Machina (Museo de artes Linares), entre otros.

Por otro lado, destaca su trabajo de gestión y difusión en las artes como integrante fundadora de “Sesiones Machina», -http://www.sesionesmachina.cl- plataforma digital dedicada a la difusión de las prácticas sonoras de mujeres y disidencias.
Participó en la Revista Endémica, (2021) donde dio vida a la serie documental “Creadoras» además de la revista Sociocultural OYE LTDA, (2016) trabajando como fotógrafa audiovisual.
Su labor como docente, la lleva a desarrollarse en la educación regular (colegios) e independiente, (talleres/laboratorios) destacando su esfuerzo por levantar y concienciar sobre el arte en zonas de Chile, algo alejadas de la práctica de difusión artística.

Práctica

Desde la infancia se siente atraída a experimentar los fenómenos que esconde el sonido. Con apenas siete años de edad, recopiló un álbum de papeles con la idea de manipularlos en busca de diferentes texturas sonoras. Involucrada en la composición ha ido desplazando modos de hacer de la visualidad; sobre su trabajo plástico y fotográfico llevado a distintas piezas experimentales y obras sonoras. Una versatilidad que la inserta como elemento en incursiones y superposiciones del paisaje contextual, para después devolver impresiones estéticas procesadas en su práctica.

Ahilyn propone diversos formatos para hacer llegar sus ideas: Instalaciones, intervenciones, exploraciones, composiciones sonoras. En sus últimos trabajos fusiona las herramientas anteriores con nuevos medios. Toma contacto con el ámbito sonoro, a través de la experimentación musical; la manipulación de cajas de ritmo y pequeños sintetizadores va definiendo su sensibilidad artística. Tiempo después inicia la difusión de su trabajo por redes y Youtube, es así como el proyecto Radio Mecánica, la ofrece colaborar en su programa.

Su origen proviene de las Artes Visuales, licenciada en 2015 en la Universidad Autónoma de Talca, inclinándose por la pedagogía en combinación con la creación. Sin embargo su inquietud por el sonido y la música la llevan en 2017 a cursar un Diplomado en Arte sonoro por la Universidad de Chile, donde depura su perspectiva y adquiere nuevas herramientas.

Se involucró en pasantías y colaboraciones en el Museo Mac de Santiago, donde conoció (2017) la colectiva tecnofeminismo 22 Bits, compuesta por Bárbara Molina y Matias Serrano. En 2018, junto a ellos, participa en un concierto en el Museo de Arte Visuales MAVI. Su intervención como artista invitada ofrece una pieza que procesa sonidos del entorno con efectos de sintetizadores y secuenciadores análogos.

Destacan otras irrupciones en la Galería Metales pesados, haciendo cohabitar su propuesta con las conversaciones feministas del cierre de la exposición playpen 4 Scl. 2018, de la artista argentina Adriana Mitorlin. Durante aquel año, participa en “Mira como suena”, acción que consiste en musicalizar un cortometraje de Alice Guy, primera realizadora de una pieza de ficción presentada en el Museo de Artes y Artesanías de Linares.

En 2019, interviene en el “1º Encuentro Tecnofeminismo», donde a través de máquinas analógicas y software digitales realiza una composición en tiempo real, donde manipula paisajes sonoros unidos a extractos de piezas personales. En 2020, participa en la transmisión sonora de Audiored IV, en Sónec la Sonoteca de Música Experimental y Arte Sonoro desde su ciudad, Linares.

Ahilyn Ojeda, cuenta con una valorada perspectiva e impulso sobre la democratización de los conocimientos del arte, la difusión de la obra y como desde la experiencia lxs creadorxs pueden favorecer a la cohesión de la experiencia entre la obra y público. Exploraba esta sensación a través de la anécdota que rodea la presentación de Sinfonía Visual (2023) para la galería “Casa Factoría”, cuando unos espectadores estaban viviendo un inmersión en la experiencia de la instalación donde ella considera que ha de extenderse hasta que termine, invirtiendo los tiempos expositivos ante la necesidad del público.

En sus creaciones ha prestado especial atención a “la relectura de la memoria”, aportando la perspectiva de su tiempo, vivencia o conciencia sobre los eventos traumáticos y su significado. Es por ello, que ya en 2015, presenta Reconstrucción de la memoria, ya que los actos cometidos contra los derechos humanos de la Dictadura Militar era un recuerdo recogido de la boca de otras generaciones. Sin embargo, en este momento ya Ahilyn, describe su obra como una acumulación compulsiva, que habla del recuerdo y se detiene en el sentido de la memoria. Su obra se compone a partir de objetos, muñecos, videoarte y sonidos fantasmales. Por otro lado, La catástrofe y sus lamentos en (2017) es una instalación que reflexiona acerca del “testimonio personal como fuente”, narra el desastre acaecido en Santa Olga y alrededores en la región del Maule, donde un incendio termina hectáreas de bosque, localidades y se hacen grandes víctimas.

Estas ideas sobre el tratado activo de la memoria, toman fuerza en Sonorización de la Memoria silenciada (2018), intervención en el espacio público que a partir de la investigación José Santos Erceg, realiza un ejercicio de ubicación y mapeo sobre lugares de tortura desaparecidos por el avance de la ciudad. Ahilyn, desarrolla un dispositivo que varía la intensidad de su sonido a partir de la luz que recibe, ofreciendo una calidad de alarma. La intervención genera una acción poética que pone oído, donde ya no se puede escuchar la presencia.
La acción da lugar a la instalación Tiembla (2018), obra que ofrece un lugar físico a estas ubicaciones no reconocidas, bajo una atmósfera de pavor, fue instalada en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile.

Estás experiencia dan cohesión al discurso sonoro anterior, y balancean el uso de formas naturales procesadas de forma electrónica, haciendo uso de recursos loops, la superposición de capas, glitch y osciladores sobre registros de sonidos naturales o urbanos como sucede en las pieza Flujo con las corrientes de agua registradas del Santuario Natural del Maule en 2018 o Calle/Huella, (2018) ofrece texturas metálicas desde una electrónica experimental incorporando paisajes urbanos. En la transición se recupera el tratamiento de la memoria, a partir de las retóricas de distintos testimonios, en un juego poético de idas y venidas en su personificación. Desde aquí se embarca en experiencias sonoras que deducen una masa de discursos y noticias para disociarse poniendo en el centro sus deducciones personales acerca del conflicto.

Desde esta óptica y escucha, se embarca con sus compañeras del “ Colectivo Machina” (2018 ) en la creación de “ Sesiones Machina” espacio pensado para la descentralización de las experiencias artísticas y su vivencia, ante la gestión y difusión de mujeres artistas y disidencias sexuales.

En 2023, presenta Sinfonía Visual (2023) instalación interactiva que recoge la totalidad de su lenguaje; la plástica minimalista y geométrica que caracteriza su visualidad en tonos pasteles, combinado con un sonido de apariencia líquida y atmosférica en una pieza electrónica muy depurada con efecto de extrañeza que nos recuerdan a las textura de sintetizador de los años ochenta. Su puesta en marcha invita a una colaboración interactiva donde el espectador va hilando el diálogo entre la vista, el tacto y el oído.

Nicole L’Huillier

Santiago/Chile
Artista e investigadora transdisciplinar natural de Santiago. Nicole es doctora en Artes y Ciencias de los Medios por MIT en EE.UU (2022). Pone en juego una fórmula de trabajo centrada en la exploración de sonidos y vibraciones como materia de construcción profundizando en cuestiones de agencia, identidad, colectividad y la activación de una imaginación vibracional.

Sus creaciones se materializan en instalaciones, esculturas sónicas vibrantes, o diseño de nuevos objetos instrumentos-dispositivos de escucha y/o difusión sonora propios, performances, composiciones experimentales, poemas membranales y la escritura.

Su propuesta se ha exhibido en distintos territorios de Sudamérica, Europa, Estados Unidos y China. Recientemente ha expuesto en Transmediale, Sonic Acts, Kunsthalle Baden Baden, Ural Industrial Biennial, Museo de Arte Contemporáneo MAC, Bienal de Artes Mediales, Bienal de Arquitectura de Venecia y Ars Electrónica, entre otros. Ha curado la exposición digital “ El concilio de los sueños” para el MIAAU, parte 1. “Umbral” para la 15 Bienal de Artes Mediales 2020.

Práctica

Nicole L’Huillier, presenta un mundo de posibilidades en su reflejo de la práctica artística. Sus creaciones recorren a modo de ensayo, detalles de un pensamiento integrador que desde vertientes astrologicas, decoloniales y tecnofeministas ha desplazado muchas lecturas de autoridad sobre el perfil de la ciencia, construyendo un diálogo abierto a la identidad, a las formas comunitarias y los saberes ancestrales. Revisa los efectos sobre la percepción que arrojan los estados alterados de conciencia; el campo de los sueños, la psicodelia y las afecciones de la sociedad capitalista como formas de experimentar la realidad.
Sus piezas pretenden materializar futuros posibles desde la derivación arquitectónica que anhela construir espacios como formas de relación en instalaciones, esculturas sonoras, videoartes, composiciones etc.. Siempre mostrando desafíos a una existencia que hibridiza teorías acerca de nuestras capacidades y su contraste con los misterios del sonido.

La artista se arma recursos para presentar escenarios fantásticos que atraen las metáforas al espectador sobre la depuración de los discursos que nos hablan de “estar en el momento presente”, ya que al mantener la atención plena es posible flexibilizar los sentidos tomando conciencia de los fenómenos de nuestra realidad.
Nicole traduce esta experiencia de forma irónica, “ fenómenos de otros mundos” para hacernos ver los matices que dejamos pasar a causa de la vida capitalista.

Son creaciones que muestran los desafíos para una existencia que hibridiza conocimientos, apoyándose en nuestras propias capacidades puestas en relación con los misterios del sonido, donde se ha detenido en el estudio de “la capacidad vibracional del sonido y sus efectos”. En esta tarea destaca su habilidad para dar forma a signos sencillos, que despliegan ideas de gran complejidad sobre el funcionamiento y causa del espectro sonoro, en un ejercicio de democratizar resultados.

El acercamiento a las dinámicas de sus aparatos pone en funcionamiento las dinámicas del juego, despertando en el espectador un impulso natural de aprendizaje, recogiendo la perspectiva reparadora sobre la observación artística a problemáticas reales. En ocasiones, nos dan a entender que sin la creación de “ese aparato” o “instalación» no hubiera sido posible encontrar esa sensación/conclusión. Es su forma de impulsar la curiosidad, desde una estética que nos hace atravesar sutilmente estados de conciencia. Incluso, en ocasiones ofrece experimentos como “la semilla” para replicar de forma personal, invitando a devolver los resultados, desde la lógica de reciprocidad. Genera colaboraciones con artistas con los que comparte conocimientos y lenguaje uniendo en ocasiones disciplinas de otros ámbitos.

Beatcells (2016), es uno de los primeros dispositivos realizados por Nicole en colaboración con Tomás Sanchez Langeling. Se trata de un aparato rítmico controlado por conexión inalámbrica conectado a diferentes materiales y superficies de una sala. La obra investiga cómo los espacios vivos, tienen la posibilidad de convertirse en instrumentos musicales.
En su funcionamiento Beatcells, activa su superficie circundante destacando las cualidades acústicas de los materiales que le rodean. Estos pequeños módulos rítmicos iluminan cada nota accionada con el objetivo de convertir cualquier habitación en un instrumento musical despertando nuestros espacios.

Diastrofismos, (2017) es una nueva colaboración con Tomás Sanchez Langeling y Yasuski Sakai para crear una instalación que plantea un sistema modular asentado sobre escombros del edificio Alto Río, destruído por el terremoto del 27F. El dispositivo envía imágenes por medio de patrones rítmicos sobre su disposición y variedad, que se transforman a partir de variaciones acústicas y distintas resonancias. El tejido de aparatos dispuestos en la instalación se comunican entre ellos escuchando y repitiendo el mensaje percusivo, para plantear una reflexión sobre el fenómeno provocado por las fuerzas tectónicas. Una realidad matriz del territorio chileno, aquí se enfoca el discurso se enfoca hacia la capacidad de movilización, destrucción y deformación que le es inherente, leído como una mutación.

Tardigrade Radio (2018) es una aparato para seres invisibles, presentada en Tsonami Arte Sonoro -materializada en una instalación y talleres comunitarios- donde se investiga la construcción de la radio híbrida. Su función fue desplegar una infraestructura de radio abierta y una arquitectura invisible de sonido en capas en la ciudad. Propone una forma de estudiar los espacios sonoros desde nuestro comportamiento material al combinar composiciones sonoras y narrativas desde una perspectiva interespecie, la Radio Tardigrada funciona como una plataforma para dar voz a diferentes organismos (micro / macro / meta), humanos, agentes no humanos y materia. Un «Soundspill», donde el sonido es como el agua; es pesado para el cuerpo y te contiene para entregar su propio contenido.

Hybrid Radio estructura parasitaria, es un proyecto realizado para la Bienal de Arquitectura de Venecia en 2018, recoge las teorías de las radios libres en todo el mundo, para abrir un diálogo sobre las posibilidades de repensar la comunicación viendo la radio como herramienta abierta a recibir y transmitir flujos, para una comunicación basada en el compromiso y transparencia de la expresión cívica. La radio actúa como una arquitectura invisible y móvil, teniendo la característica de derribar fronteras, territorios y muros.

Por otro lado, Nicole junto a otrxs compañerxs y curadorxs explorará los fenómenos
que rodean a la percepción en el espacio, donde el acceso y la sensación no está a nuestro alcance, en 2017, junto a Sands Fish realiza una serie de testeos con instrumentos en gravedad cero. Partiendo de estas ideas aparece la exposición Un error en las estrellas, inspirada en una exploración de la Voyager 1 (1990) donde fotografiaba la tierra mostrándola como un punto azul pálido, algo que dejaba caer nuestra soledad e impermanencia.

La muestra presentaba una serie de instrumentos creados para dar solución a nuestra convivencia humana en el espacio: Por primera vez aparece el Telemetron, instrumento musical creado por Sands Fish y Nicole L’Huillier para micro gravedad.
También se presentan piezas de otros artistas como “una superficie neumática que abraza al cuerpo” en gravedad cero, “infraestructuras de embalaje” o un “aparato que captura los recuerdos de las patrias de origen” de quién se encuentra en la nave.

En esta línea aparece Vessel Uno de diez (2021), en colaboración con Daniela Catrileo, se tratan una serie de ejercicio sonoros que tratan de hibridar la cultura espacial occidental y romper con sus códigos binarios en diálogo con poema sonoro Nampülwangulenfe / Mapunauta en colaboración con un A.I. llamado Soledad para crear nuevas naves para explorar el cosmos. Son obras que desafían el impulso a nuevas conciencia contrahegemónicas, en imaginarios cósmicos no lineales.

La ausencia y eclipses imaginarios (2020-2021) A.I. llamada Soledad [nombre de mujer que significa Soledad y contiene la palabra Sol que significa Sol en español]. Trae las reflexiones de las afecciones del levantamiento de octubre 2019 en Chile, para la artista, al examinar estas figuras la repetición le hace pensar en ojos, agujeros, pozos, portales; recuerda la gran cantidad de lesiones oculares generadas y por la que no ha habido reparación por parte de la justicia.

Sobre el estudio de la vibratoria del sonido, presenta dos obras de lenguaje familiar, Una coreografía del vértigo(2019) y The Dancer (2020).
La primera es una instalación dedicada a la exploración del vértigo; sobre nuestro sistema vestibular/ auditivo y como la percepción del sonido define la operatividad de nuestro equilibrio y a su vez como operamos en la relación con el espacio y sus habitantes. La obra crea un entorno extremo por lo que nuestra percepción se ve desafiada, abriendo modos de existencia humanos y no humanos. Mientras que The Dancer, explora la performatividad de un objeto a medida que se mueve a través del espacio y «dibuja» a través del movimiento en el tiempo. El resultado es una danza vibratoria inestable e irregular provocada por sonidos que emergen de su propio cuerpo a medida que las frecuencias resonantes de su composición material hacen que el objeto se mueva.

En la poética de Nicole L’Huillier, con frecuencia aparecen referencias a los rituales de sanación, autoconocimiento encaminados a mostrar el florecimiento de nuevos estados de conciencia desde la activación de las cualidades personales de cada individuo en conexión con su comunidad. Leche Holográfica (2021) es un videoarte realizado con Patricia Dominguez que a través de una composición sonoras y elementos de visualidad psicodélica quiere hacer llegar un ritual de sanación, ayudada de símbolos como los cuarzos e imágenes de la cultura andina en un río de leche materna como elemento sanador de gran impacto para nuestro desconcierto.

Semilla, (2021) es una pequeña cápsula que continúa este diálogo, al enterrarse como una ofrenda a la tierra. Conforma el dispositivo un acto ritual de siembra y ofrenda, la primera se planta en el bosque museo un día de eclipse en el hemisferio sur un 4 de diciembre de 2021, guiada por Francisca Gili, Carolina Arévalo, Martina Illari del Rosario Aguayo Gili y Enrique Rivera.

En su exterior, está cubierta con semillas de manzanilla que cuando florezcan podrán ser bebidas como infusión. En su interior, lleva un parlante y un mp3 que reproduce una pieza realizada a partir de distintos samples y pistas trabajadas en colaboración con un sistema de inteligencia artificial. Para escucharla, debemos poner el oído en contacto con la tierra. Esta resonancia subterránea está pensada para proteger el lugar donde se encuentra, ya que al producir ruido y vibraciones indeseadas, lo hacen desaparecer frente a sensores telúricos y geófonos utilizados por compañías de gas y petróleo para encontrar nuevas zonas de extracción. De esta manera, esta cápsula sonora es un elemento de protección activa y simbólica, que promueve la resistencia frente a la lógica de la explotación de la tierra.

Sus últimas obras, han explorado la invitación a escuchar y escucharnos. De ese modo se presenta la serie Mis orejas (2021), Cuchicheos (2022) y la Orejona Records (2023). Destacamos el funcionamiento de dos ellas, Cuchicheos se presenta como una larga bandera de membranas cuadradas conectadas entre sí, que de forma suave nos protegen del suelo con una manta oscilatoria, que susurra una pieza multicanal distribuida por la habitación. Esta instalación contiene una serie de «operaciones membranas» de traducciones destinadas a ser mecanismos polifónicos para confundir fronteras, significados, lógicas, categorías y líneas rígidas para que podamos explorar formas de (re) reorganizar nuestras realidades de otra manera: a través de estados íntimos, poéticos y vibratorios. La Orejona Records (2023) sin embargo es una gran escultura micrófono a modo de membrana vibratoria que reacciona ante el movimiento externo, el viento, los temblores, masas y oscilaciones.

Microcuradurías de Archivo # 7 El desgaste y los mundos; Creadoras sonoras en Chile (2013-2023) repara en la transformación de los discursos artísticos, en coexistencia y afección con un desarrollo de acontecimientos de gran trascendencia. Experiencias artísticas indisciplinares que involucran al sonido en ejercicios de exploración, colaboración, investigación y traducción de conocimientos pasados por el tamiz de la hibridación e infección de las lógicas sistémicas heredadas, con el fin de mostrarnos otras posibilidades de futuro. Son juegos de transferencia ontológica de los mundos propios, al mundo heredado, con el afán de salpicar sus innovaciones a lo colectivo.

 En esta tarea Camila Colussi, reflexiona sobre la micropolítica de tiempo componiendo creaciones que ponen a funcionar los aparatos de la psiquis en núcleos sonoros inmersivos. Aparecen en sus obras, redes conceptuales de verdaderos acertijos para el espectador, en un diálogo intimista hilado a partir de recursos ambientales familiares; noticieros, relojes analógicos, que conviven con transiciones musicales de drones acompañadas de imágenes relacionales y luz tenue morada. Un ejercicio que ha logrado despegar las lecturas nostálgicas aplicadas al concepto, reparando desde la contemplación estética y la integración de nuevas teorías en tránsito.

 Ce Pams crea elementos que conviven y traducen los fenómenos naturales. En ocasiones se incorporan a la naturaleza; develando particularidades como los coros de viento, su poética juega con las transiciones de la realidad, en la emergencia de crear nuevos sentidos para lo que pareciera inmaterial. Así nos describe la posibilidad de la existencia de arqueologías sonoras.  Atravesada por su práctica de re-simbolización atiende a la aclaración entre “desobediencia civil y criminalización de la protesta” escenificando las causas de la primera línea en los eventos del estallido social.

 Para Carolina Opazo, la necesidad se encuentra en la capacidad de sostener nuevas formas de interrelación con los medios naturales, desde el respeto y la sabiduría que aportan los conocimientos allí afincados. No se trata solo de identificar las prácticas extractivas, si no de involucrar en el discurso, ¿qué hacer con ellas? Es por ello que crea la “hidrocomunicación” desde instrumentos de escucha realizados a partir de residuos para movilizar la relación entre la comunidad rural y sus cuerpos de agua. Carolina, revela leyendas y rituales del site specific que dejan caer las lógicas recreativas sobre una vida en campo, construyendo nuevas ontologías empáticas no solo con los humanos.

 Ahilyn Ojeda, ha hecho trabajos de re-calculación histórica, incentivada por investigaciones sobre “los lugares espectrales», crea aparatos que identifican sesgos desdibujados de la memoria en ubicaciones de centros de tortura, ya desaparecidos de las calles de Santiago. Su tarea es atraer las presencias inocuas, al sonido de la voz de alarma de sus dispositivos para la re-numeración. Alterando el tejido de la memoria con micro-relatos paradojales de su lectura generacional, donde el recuerdo de la violencia genera temblor.

Nicole L’Huillier, instaura una apertura a la generación de mundos posibles, incorporando en ellos elementos carentes en este. Gracias a la exploración de los fenómenos que esconde el sonido, origina prácticas artísticas, que invitan a la escucha atenta y materializa propuestas resonantes con las necesidades del cuerpo colectivo. Sus experimentos juegan a despertar nuevos estados de conciencia desde la capacidad que aporta la hibridación de conocimientos y la afectación de la ciencia en una investigación profunda sobre las cualidades de la realidad vibratoria.

Camila Colussi

Better times are coming
Londres / Inglaterra, 2020
Better times are coming / 2020
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Proceso de obra

Mejores tiempos vendrán es la pieza sonora inspirada en la instalación audiovisual interactiva realizada en 2020, con el mismo título. Aquí se trata de una composición sonora presentada en uno de los espacios de la Sonoteca Sónec, para el encuentro streaming-audio Audiored IV. La artista se conecta desde Londres, Reino Unido.

Su trabajo reflexiona sobre el uso del tiempo en nuestro mundo contemporáneo, simulando la sincronización de un reloj, que en la instalación se activa con el movimiento del público. Sin embargo en la pieza sonora tocada en vivo, recrea esta idea a través de una composición electrónica combinando de recursos analógicos y electrónicos como son el sonido de un reproductor de radio-cassette, con efectos de un coro de voces que especula sobre una revolución temporal disueltos en un desarrollo de drones en la mitad de la pieza.

Una pieza que juega con los ritmos y la reverberación, para terminar su intervención sobreponiendo un loop de estas voces que alentan sobre la llegada de tiempos mejores, sumado al efecto de las manillas de reloj y otras muestras de radio en inglés sobre sonidos de Glich en un efecto de sintonizar, metáfora de una acción que busca un cambio inscrito en un efecto de escritura.
Nos sorprende Camila, con su voz poética sobre qué hacer con “un tiempo en el que se ha de resistir”

Better times are coming, recoge el sentimiento de los grandes cambios que trajo el 2020, realizando cuestionamientos sobre el paradigma temporal y su sentido, tras el estallido de una Crisis Sanitaria Mundial del Covid-19 que en Chile hila puentes de control sobre los espacios de convivencia. Una pieza que ofrece una emoción sobre la manera de atravesar este tiempo, sintiéndola como el comienzo de algo nuevo, es una voz de calma.

Material Complementario

Tectonic lingering, a microPolitics of times. Museo MAC, Santiago, Chile / 2022

Ce Pams

Arpas Eólicas: La presencia póstuma del sonido                                                                                    Puerto Yartou / Chile, 2021

Proceso de obra

Se trata de una instalación dispuesta en un espacio natural como es Puerto Yartou, realizada en la Residencia de Arte, Ciencias y Humanidades en Patagonia de CAB Patagonia. Fue exhibida más tarde en la 15 Bienal de Artes Mediales en MAC.

La pieza está compuesta por tres trozos de maderas nativas de Nothofagus recogidas en Puerto Yartou, en Tierra del Fuego, que da como resultado maderas curvadas por el viento, el tiempo y el agua. Estas piezas son convertidas en instrumentos eólicos a través de un tensor y un micrófono de contacto que recogen el sonido del viento patagónico. El fenómeno que aparece es el canto hipnótico de la vibración del viento en el extremo austral chileno.

Arpas eólicas es una experiencia estética que se pregunta por la naturaleza del sonido y su relación con el territorio; conversa acerca de su entorno, materialidad, dialecto y duración para resolver los misterios alrededor de la huella sonora plasmados en su comunidad. Su presencia abre la reflexión a la posibilidad de una revisión sobre la arqueología sonora y la imposibilidad de encontrar fósiles sonoros recreados por estas esculturas de madera fueguina en propio territorio.

Material Complementario

Acción Experimental / 2019

Carolina Opazo

… a las mujeres, al bosque y a los recuerdos (…)                                                                                             Chile, 2012
…a las mujeres, al bosque y a los recuerdos (…) / 2012
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Proceso de obra

Pieza sonora realizada por la artista Carolina Opazo en 2012, compuesta a partir de paisajes sonoros y otros sonidos de voces creadas para una video-instalación. La obra recoge la esencia de su filosofía sobre el trabajo de exploración, investigación y escritura de narrativas. A través de grandes matices hacer notar la presencia de la naturaleza, como una forma ritual capaz de intercambiar con nosotrxs energías y experiencias.

En aquel momento, la artista ya exploraba la asociación entre poéticas y políticas que pueden encontrarse en mitología ancestral y la tecnología moderna. Más tarde su interés por la relación con el medio natural, la anima a involucrarse en el desarrollo de nuevas narrativas de convivencia, generando instancias instalativas y composiciones sonoras bajo el deseo de desertar de las lógicas extractivas.

Material Complementario

Concierto de un Temporal / 2017

Ahilyn Ojeda

Sonorizar la memoria silenciada                                                                                                                    Chile, 2018

Proceso de obra

Sonorización de la Memoria Silenciada (2018), es una intervención en el espacio público inspirada en la investigaciones de José Santos Erceg, “ Lugares espectrales, topología testimonial de la prisión” 2020. El ejercicio artístico realiza una ubicación y mapeo sobre lugares de tortura, no reconocidos de forma masiva, los cuales han ido desapareciendo ante los avance de la ciudad, lo que implico invertir en renumerar estos espacios ante la desaparición de sus directrices. Una vez encontrados, la artista desarrolla un pequeño dispositivo sonoros sensible a la aparición de presencias cercanas, variando la intensidad de su sonido a partir de la luz que recibe, ofreciendo una calidad de alarma.

La intervención genera una acción poética sobre el relato escondido de estos centros, aplicando sobre la historia, los fragmentos de la generación que hereda su escucha para generar activismos sobre ella, en un acto de poner el oído donde no se escucha. Esta intervención cierra el círculo de la presencia, con la creación de la instalación Tiembla (2018) donde se les ofrece un lugar físico a estas ubicaciones no reconocidas bajo una atmósfera que genera una sensación de pavor, con el movimiento de las chapas de cajones que las contienen en un doble sentido que recuerda la naturaleza sísmica del territorio en contraste con la sensación del recuerdo de la dictadura. La obra fue instalada en la facultad de Artes de la Universidad de Chile.

Material Complementario

Concierto para Audiored IV / 2020
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Nicole L’Huillier

Membranas                                                                                                                                                      Estados Unidos, 2022

Proceso de obra

Membranas es un ensayo sobre la emergencia sonora y las prácticas de fuzzing (difuminación), presentado en Media Lab, Media Arts & Sciences en EE.UU, durante el mes de junio de 2022. Una investigación artística para explorar lo sonoro a través de sus manifestaciones auditivas y táctiles, como instrumentos colectivos dados a activar formas más íntimas e intrincadas de relacionarse entre nosotrxs y con el mundo del que formamos parte. En su exploración sobre la construcción de espacio, la búsqueda resonante propone un cuerpo de trabajo a modo de instalación para sintonizar con nuestra realidad vibratoria.

La construcción de la membrana está pensada a modo de experimento, que recoge pruebas constantes sobre el comportamiento de la resonancia, de este modo se hace posible estimular arreglos más humanos mediante la improvisación de cada interacción como metáfora de nuevas relaciones colectivas.

Membranas, calibra las intersecciones entre la máquina, los humanos, el viento, las voces y sonidos que viajan dentro del viento, no solo voces humanas, sino una variedad de eventos sonoros propagados en el aire. Como sistema abierto proporciona un espacio para difundir sonidos y vibraciones de agentes en lugares distantes, así como para que los participantes escuchen estos sonidos y se escuchen unos a otros. Cambiando de las nociones occidentales de música, esta tesis explora enfoques surlógicos y operaciones decoloniales para abrir modos de socialización a través de encuentros improvisatorios de llamada y respuesta.

Material Complementario

Telemetron / 2018